No soy antisemita, pero lo que ha hecho y sigue haciendo Israel contra los palestinos es terrorismo de estado al más puro estilo del enano del bigote (y no me refiero a Ánsar). Que insistan en llamarlo «defensa contra el terrorismo» después del número de bajas civiles contabilizado es viperino. Bien por Naciones Unidas que por una vez ha tenido la valentía de llamar a las cosas por su nombre en un informe en el que pone a Israel a la altura de Hamás, wow. Ahora sólo falta que todo esto pase a mayores y que los responsables de los crímenes de guerra cometidos en estos años en tierras israelíes y palestinas sean perseguidos y llevados ante un tribunal internacional. De ilusiones también se vive. Por supuesto, a EE.UU. no le interesará nada de esto por el rollo de la venta de armas y por el lobby judío yanki que controla el país y medio mundo y pasará lo de siempre: que lloverá sobre mojado.
Yo antes me preguntaba: ¿por qué hay tanto judío dispuesto a seguirle el juego al gobierno?, es decir, ¿les lavan el cerebro? ¿les enseñan en el colegio desde pequeños que los palestinos son el demonio? (un curioso demonio miserable). Hablando con un judío argentino en Jerusalén hace unos años me dijo que el motivo principal era que no hacer el servicio militar equivalía a perder la posibilidad de posteriormente ser funcionario o realizar cualquier trabajo público, y que además sin el servicio militar cumplido no se podía acceder a la universidad. El servicio militar es obligatorio durante 3 años para los hombres y 2 años para las mujeres. El futuro de los jóvenes está en manos de su sucio estado manipulador. Me pregunto cuántos judíos estarían dispuestos a seguirles el juego si no fuera por estas imposiciones.
Comment